El Papa pide a los implicados en la guerra de Ucrania que respeten los lugares de culto
«La diversidad de carismas y de ministerios no debe dar lugar, dentro del cuerpo eclesial, a categorías privilegiadas; ni puede servir de pretexto a formas de desigualdad que no encuentran cabida en Cristo y en la Iglesia». Así de claro lo dejó estaba mañana el papa Francisco durante la catequesis pronunciada en la audiencia general, prosiguiendo sus reflexiones sobre qué significa ser apóstol hoy y en el marco del Concilio Vaticano II.
En este sentido, el Papa subrayó que «la cuestión de la igualdad en dignidad» pide repensar muchos aspectos decisivos para la evangelización. «Por ejemplo -abundó el Pontífice-, ¿somos conscientes del hecho de que con nuestras palabras podemos dañar la dignidad de las personas, arruinando así las relaciones? Mientras tratamos de dialogar con el mundo, ¿sabemos también dialogar entre nosotros creyentes? ¿Nuestro hablar es transparente, sincero y positivo, o es opaco, equívoco y negativo? ¿Hay voluntad para dialogar directamente, cara a cara, o mandamos mensajes a través de un tercero? ¿Sabemos escuchar para comprender las razones del otro, o nos imponemos, quizá también con palabras suaves?».