Si hubiéramos vivido realmente de acuerdo con lo que leemos en las lecturas de esta fiesta de la Epifanía, hace mucho tiempo que toda discriminación, exclusión e idolatría nacionalista habría desaparecido, lo que obviamente no es el caso: «America first», «Brexit», acumulación de vacunas anti-Covid en el hemisferio norte, nacionalismos de todo tipo que desgarran a muchos de nuestros países… El poeta anónimo de la primera lectura sueña con reunir a todas las naciones en una Jerusalén purificada. Además, en otros poemas, este mismo poeta llama repetidamente al rey pagano Ciro «mesías de Dios»¡! Por su parte, San Pablo destruyó los límites del nacionalismo judío al proclamar que «también los gentiles son coherederos, miembros del mismo cuerpo». Y en su relato del nacimiento de Jesús, San Mateo, judío cristiano que escribe para una comunidad predominantemente judía, introduce a unos sabios no judíos, por lo tanto extranjeros, como los primeros en venir a adorar a Jesús...
Texto completo: Epifanía 3 de enero de 2015-2021-Echeverría