Los países de la región se encuentran en una posición muy diferente a la de hace siete años. Ahora cuentan con la experiencia del pasado y con nuevas herramientas para hacer frente a la enfermedad. El rastreo de casos y sus contactos es clave.
La aparición de un nuevo brote de ébola en Guinea ha hecho saltar todas las alarmas en África occidental. El brote anterior, que se produjo entre 2014 y 2015 y afectó a Liberia, Sierra Leona y Guinea, fue el más mortífero del mundo, también empezó en Guinea y causó la muerte de más de 11 300 personas, entre ellas, más de 500 sanitarios.
Pero siete años después los países de la región occidental africana están en una situación muy diferente. Liberia y Sierra Leona ya se han movilizado y han activado sus planes de respuesta nacional, un claro indicio de que existe voluntad política para frenar los contagios.
Los países de la región también cuentan con la experiencia del pasado, así como con nuevas herramientas para contener la enfermedad. Disponen de personal con experiencia…