El coronavirus ha adquirido un cuerpo frágil, del cual revela todas las debilidades. Para el economista Pierre-Yves Gómez, la pandemia nos da la oportunidad de regular una máquina económica especulativa que se ha vuelto loca.
Entonces aquí estamos. La crisis económica anunciada durante meses está aquí, de violencia increíble: en unas pocas semanas, la actividad económica mundial se habrá reducido en un tercio, los activos financieros habrán perdido más del 40% de su valor, las deudas públicas y privadas tendrán En gran medida excedió los índices de prudencia considerados, hasta hace poco, como límites insuperables, y el mercado laboral podría experimentar un aumento de 25 millones de desempleados en los próximos meses según la Organización Internacional del Trabajo.
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El Covid-19 funciona como un revelador indiscreto del estado de salud de nuestra sociedad: no produce civismo, ni incivismo, ni solidaridad, ni egoísmo, pero saca a la luz el grado de civilidad o Incivismo, solidaridad y egoísmo de los que somos capaces. Confirma las fortalezas y debilidades de los lazos humanos, las fracturas sociales y las desigualdades…
«Debemos aprender de lo que sabíamos, pero que está surgiendo: la especulación había contaminado la economía y estaba actuando como un motor de crecimiento.»