Participante del Encuentro en Asís de 22 a 24 de septiembre
Luis Miguel Modino, corresponsal en Latinoamérica
Un encuentro que despierta gran ansiedad entre los participantes. El Encuentro de la Economía de Francisco, que se celebrará en Asís del 22 al 24 de septiembre, se ha retrasado dos años como consecuencia de la pandemia del Covid-19. Ha pasado de ser un evento, marcado por un encuentro de jóvenes con el Papa Francisco, a ser un proceso global, en el que una comunidad mundial quiere comprometerse a cambiar el modelo económico vigente en todo el mundo.
En Brasil, según Eduardo Brasileiro, uno de los cien jóvenes brasileños que estarán en Asís, la gran diferencia radica en que, junto a Francisco entró Clara, y con ella, «la perspectiva de las periferias, de las mujeres, de todo lo que está excluido de la lógica del capitalismo«.
Según Brasileiro, la Economía de Francisco y Clara se ha convertido en un movimiento social en el país, un espacio de denuncia, un lugar para hacer propuestas para otra organización del Estado, donde las políticas públicas y las dinámicas culturales están presentes, haciendo aparecer expresiones que hoy están borradas.
Un encuentro que es una oportunidad para conocer experiencias de resistencia en otros países, en otros continentes, en otras realidades culturales, descubriendo otros modelos alternativos de desarrollo, dice Eduardo Brasileiro. Desde ahí insiste en que «en este evento no hay voluntad de hablar con los grandes líderes mundiales, de sentarles en una mesa para negociar con los jóvenes».