INVITAR A LOS POBRES (Lucas 14,1.7-14)
Jesús vivió un estilo de vida diferente. Quien quiere seguirlo con sinceridad se siente invitado a vivir de manera nueva y revolucionaria, en contradicción con el modo «normal» de comportarse que observamos a nuestro alrededor.
¿Cómo no sentirnos desconcertados e interpelados cuando escuchamos palabras como estas? «Cuando des una comida o una cena, no invites a tus amigos, ni a tus hermanos, ni a tus parientes, ni a los vecinos ricos, porque corresponderán invitándote y quedarás pagado… Cuando des un banquete, invita a los pobres, lisiados, cojos y ciegos. Dichoso tú, porque no pueden pagarte; te pagarán cuando resuciten los justos».
Se nos invita a actuar desde una actitud de gratuidad y de atención al pobre, que no es habitual. Se nos llama a compartir sin seguir la lógica de quienes buscan siempre cobrar las deudas, aun a costa de humillar a ese pobre que siempre está en deuda con todos.
Jesús piensa en unas relaciones humanas basadas en un nuevo espíritu de libertad, gratuidad y amor fraterno. Un espíritu que está en contradicción con el comportamiento normal dentro del sistema, que siempre termina abandonando a los más indefensos.
Texto completo: Domingo 22 del Tiempo Ordinario – ciclo ‘C’ – (en castellano) por José Antonio Pagola