Una práctica que hunde sus raíces en la Biblia y que se desarrolló en la Edad Media
El Miércoles de Ceniza, llamado en la tradición litúrgica de la Iglesia “miércoles al inicio del ayuno”, comienza con el austero rito de la imposición de la ceniza, y, de este modo, inaugura la Cuaresma. La Cuaresma es una preparación para celebrar el misterio de la Pasión, muerte y resurrección de Cristo.El Miércoles de Ceniza está muy unido con la penitencia, que se expresaba entre los hebreos cubriéndose la cabeza de ceniza y vistiéndose de aquel áspero paño llamado cilicio.
En la Bilia, Judit, antes de emprender la ardua empresa de liberar Betulia, “entró en su oratorio y, vestida con el cilicio, cubrió de cenizas su cabeza y, postrándose delante de Dios, oró” (Jud 9, 1).