

Aprovechando su presencia en Roma, nosotros, Misioneros de África y Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de África, hemos querido marcar este acontecimiento con una peregrinación, atravesando la Puerta Santa y celebrando la Eucaristía en la Basílica de San Pedro en el Vaticano.
La Puerta Santa del Vaticano es una puerta amurallada especial. Sólo está abierto durante los Años Santos (o Jubileos), que generalmente tienen lugar cada 25 años o en ocasiones especiales decretadas por el Papa.
Cruzar la Puerta Santa es un acto espiritual fuerte para toda persona que quiere poner su vida en las manos de Dios y de su misericordia. Al cruzarlo, los peregrinos manifiestan su deseo de conversión y renovación espiritual. La Puerta Santa marca un paso entre el mundo terrenal y un espacio sagrado vinculado al perdón y la reconciliación ; abriendo el camino a la transformación interior y la conexión con el Señor.
Hoy, sábado 22 de febrero, por la mañana, hemos cruzado juntos la Puerta Santa, llevando con nosotros todo el peso de nuestras debilidades y toda la alegría de lo que hemos hecho bien a lo largo de nuestra historia como Misioneros de África y Hermanas Misioneras de Nuestra Señora de África. También tenemos un profundo deseo de paz y realización para todos los pueblos del mundo que sufren explotación, pobreza y violencia. De manera especial, el continente africano, que llevamos en nuestros corazones porque actualmente, muchas poblaciones donde estamos presentes se enfrentan a situaciones de violencia e inseguridad, y en algunos casos, se han visto obligadas a abandonar sus tierras para poder sobrevivir.
Sabemos que todo lo que somos y todo lo que hacemos no tiene sentido sin la luz de Cristo que es amor, perdón y reconciliación que tanto necesita el mundo hoy.
Salvador Muñoz-Ledo R.
https://mafrome.org/nous-avons-franchi-ensemble-la-porte-sainte/