Hace unos días, nuestra amiga y compi, Èlia Borrás, preguntó por un grupo de WhatsApp si nos funcionaba el internet en África. La verdad es que no, pero David, que unos días atrás había estado en Kenia, no entendía como si estaba en Burkina Faso, le podía afectar a él a cientos de kilómetros. Poco después saltó la noticia que tres de los cinco cables de fibra óptica que van por el Atlántico y sirven al oeste y sur de África se habían roto misteriosamente, dejando a una docena de países sin internet.
A raíz de esta pregunta de Èlia y un poco de curiosidad, surgió el mapa de hoy. Espóiler: he sudado la gota gorda haciéndolo. Espero que os guste.
Según la noticia, Costa de Marfil, Ghana, Nigeria, Liberia, Benín, Burkina Faso, Camerún… y hasta Sudáfrica habían sufrido interrupciones. En Liberia y Benín se bajó a un 20% de conexión, pero el peor parado fue Costa de Marfil, que solo tenía un 3% de conectividad. Internet tardó en volver a la normalidad cuatro días, y no precisamente porque se hubiesen arreglado los cables. Estos iban a tardar hasta cinco semanas, así que las compañías consiguieron transferir sus servicios a los otros dos cables. MainOne, uno de los cables más afectados, dijo que lo había transferido a Equiano, propiedad de Google.
El 99% de la conexión a internet por el mundo va por estos cables y cada vez hay más que rodean a África, pero aun así la media de acceso a internet en África es todavía del 33%. Hay mucha diferencia entre países y cierra la cola República Centroafricana, donde la conexión es solo es del 10%, en la capital de Bangui y poco más.