MWENEZI, Zimbabue – Desde la autopista Masvingo-Beitbridge, en Zimbabue, en un punto conocido popularmente como Turn-P, la carretera que atraviesa el municipio de Neshuro lleva más de dos décadas en creciente deterioro hasta quedar abandonada, por lo que los autobuses evitan ese tramo.
Así que carromatos tirados por burros circulan junto a vehículos desvencijados como alternativa para los viajeros alejados de los pueblos del distrito (municipio) de Mwenezi, en el sur del país.
Los llamados carros escoceses (de dos ruedas, generalmente de tracción animal y propios del sur de África) se han hecho aún más comunes en los alrededores de Maranda y Mazetese, dentro del distrito Mwenezi, ya que los lugareños de esas aldeas recurren a ellos para trasladarse a hospitales y clínicas.
Así es la vida de Dennis Masukume, de 64 años, de la aldea de Mazetese, que es un paciente diabético y tiene que utilizar medios de transporte alternativos como ese para ir a sus citas médicas y reabastecerse de medicinas.
“Me subo a un carro escocés cada vez que quiero ir al hospital de Neshuro a por mi medicación, lo que significa que utilizo el carro escocés hasta algún lugar de Gwamatenga, donde luego cojo algunos vehículos privados que recorren la ruta hasta Neshuro a precios simbólicos”, dijo Masukume a IPS.
En la escuela secundaria de Tsungirirai y en la escuela primaria de Vinga, también en el distrito de Mwenezi, la escasa disponibilidad de transporte público significa que incluso los profesores tienen que arreglárselas con carros escoceses cada vez que tienen que ir hasta Maranda, donde los días de pago toman decrépitos vehículos hasta la autopista Masvingo-Beitbridge.