¿Un futuro de calor y conflictos o el mejor momento de la humanidad? Nuestra respuesta actual al cambio climático definirá el siglo XXI.
La crisis climática ya no es una amenaza inminente: ya estamos viviendo las consecuencias de siglos de emisiones de gases de efecto invernadero. Pero aún hay margen para luchar por todo esto. La forma en que el mundo decida responder en los próximos años tendrá enormes repercusiones para las generaciones que aún no han nacido.
En mi libro Cómo salvar nuestro planeta, imagino dos visiones diferentes del futuro. Una en la que hacemos muy poco para afrontar el cambio climático, y otra en la que hacemos todo lo posible.
Así sugiere la ciencia que podrían ser esas realidades tan diferentes.
El siglo XXI llega a su fin sin que se hayan tomado medidas para evitar el cambio climático. Las temperaturas globales han aumentado más de 4°C. En muchos países, las temperaturas estivales se mantienen persistentemente por encima de los 40°C. Las olas de calor con temperaturas de hasta 50°C se han vuelto comunes en los países tropicales.