

Publicado: 8 de junio de 2023 11:51 CEST
Ganvié, una ciudad lacustre situada en el lago Nokoué, es una de las principales atracciones turísticas de Benín. Testigo del ingenio y la adaptación del hombre al agua, esta ciudad está experimentando cambios que corren el riesgo de hacerle perder su auténtico rumbo.
Además de ser un hábitat lacustre, es una ciudad socio-ecológica autoconstruida que contaba con 37.172 habitantes en 2013, según el cuarto censo general de población y hábitat.
El doble carácter de ciudad socio-ecológica y entorno autoconstruido convierte a Ganvié en la ciudad lacustre vernácula más grande de África Occidental. En términos del tamaño de la población, tendría sentido pensar en Makoko en Nigeria. Pero la diferencia es que Makoko, a pesar de ser un hábitat lacustre, es un barrio pobre informal ubicado en la bahía de Lagos. Por el contrario, Ganvié está inmerso en un proceso etnocultural y socioecológico que se remonta al menos a tres siglos. Ganvié es mayor que el país en el que se encuentra: Benín.
En este artículo, presentaremos brevemente su transformación en curso. Luego criticaremos la comparación de la Venecia de África.
Una ciudad de tricentenaria
El proceso etno-cultural que llevó al nacimiento de Ganvié se remonta al siglo XVII y se identifica con las migraciones forzadas generadas por el comercio triangular y la trata de personas. Durante este período, muchos grupos étnicos y/o clanes tendrán que huir ante los ataques de los poderosos reinos africanos y las incursiones de los traficantes de esclavos a lo largo del Golfo de Benín. En la región del lago Nokoué, dos grupos se asentaron para escapar de sus vecinos: los Dakomeynu y los Sokomeynu.