Entre gran expectativa e ilusión entre los que le votaron, Bassirou Diomaye Faye, fue investido como presidente de Senegal este 2 de abril, después de ganar las elecciones del pasado 24 de marzo, con el 54% de los votos.
En un solemne acto, a las afueras de Dakar, la capital del país, Faye, de 44 años, el mandatario más joven en la historia de la nación, subrayó sus ambiciones de Gobierno, en una nación sumida en una profunda crisis económica.
En Senegal, el desempleo genera una fuga masiva de jóvenes hacia Europa y en medio de una corrupción generalizada que anula las posibilidades de establecer un país próspero.
De momento, sin haber tenido tiempo de cambiar el país, Faye ha podido darle un giro radical a su vida: ha pasado directamente de una celda al palacio presidencial.