WASHINGTON – África está en el punto de mira del cambio climático. A pesar de que solo aporta entre 3 y 5 % de las emisiones mundiales de dióxido de carbono, el continente sufrirá los efectos climáticos destructivos, como tormentas más severas, incremento de las temperaturas y lluvias irregulares en los próximos años, que amenazan el bienestar de cientos de millones de personas.
Las energías renovables son una parte importante de la solución, y África goza de un enorme potencial en este sentido. Con una de las irradiaciones solares más altas del mundo, vastas extensiones de tierra con vientos favorables y caudalosos ríos con un inmenso potencial hidroeléctrico, África rebosa de recursos energéticos renovables.
Sin embargo, los avances del continente en el aprovechamiento de este potencial van a la zaga, dejando un enorme reto de acceso a la energía, así como un déficit de generación de energía que está frenando a las empresas y otros motores del crecimiento económico inclusivo.






