2020 ha sido el año de la pandemia global de la Covid19. Y tras nueve meses de restricciones, recortes de libertades, pérdida de seres queridos, miedo, crisis económica, recrudecimiento de tasas de pobreza y desigualdades, o incremento de la violencia machista; la tristeza y la fatiga psicológica son una tónica, tanto en adultos como entre los más pequeños de la casa. La salud mental se ha visto tan severamente afectada que algunos expertos coinciden en hablar de una pandemia silenciosa.
Es cierto que la resiliencia artística ha visto emerger nuevas formas de creatividad. La sudafricana Siminikiwe Buhlungu —invitada por el Museo Reina Sofía como parte de Artistas en Cuarentena, una exposición virtual para ahondar de forma crítica en la idea del espacio público/privado o la solidaridad — ha reflejado a través de sus creaciones la forma en que los juegos han sido desplazados al interior de las casas como una de las consecuencias sociales de la pandemia.
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