La propagación del coronavirus ha sido lenta en un territorio acostumbrado a afrontar brotes con sistemas sanitarios frágiles, aunque la OMS advierte que los casos podrán explotar en puntos críticos de transmisión.
África superó el umbral de los 140.000 contagios de COVID-19 este domingo 31 de mayo. Entre los 54 países soberanos que la conforman, apenas suma el 2% de las infecciones del mundo y sus cifras, aunque continúan en aumento, distan mucho de las que se registran en multitud de países occidentales. Frente a los casi dos millones de positivos de Estados Unidos, el medio millón de Brasil y los 280.000 de España, el continente africano presenta un balance de casos confirmados comparativamente bajo en un territorio que alberga 1.300 millones de personas –el 17% de todo el planeta–.
“La respuesta africana ha recibido grandes elogios, pese al desafío de la falta de recursos”, aseguró el jefe de Estado de Sudáfrica y presidente ‘pro tempore’ de la Unión Africana (UA), Cyril Ramaphosa, en su discurso conmemorativo del Día de África, celebrado el pasado lunes 25 de mayo.