1er domingo de Adviento: ¡Estad preparados!

“Por tanto, estad en vela para estar preparados”

Lecturas de la liturgia

El primer Domingo de Adviento nuestra familia lo vive con mucha ilusión: solemos tener la Corona de Adviento preparada y también un ritual para encender la vela correspondiente cada domingo, pero es verdad, que luego pocas veces lo cumplimos. Empezamos un tiempo de gracia y no hay que desanimarse, ni tampoco darle tanta importancia a un bonito gesto que, en sí “si no enciende en nosotros algo por dentro”, lo más probable es que “apague mucho de lo que queremos trasmitir por ahí fuera”.

Para nuestra familia estas navidades van a ser muy especiales: ya estamos instalados en España, después de 15 años viviendo fuera, los últimos 14 en República Dominicana.

El Evangelio de hoy es claro, el Señor viene y ¿en qué estamos? Probablemente distraídos con el móvil, estresados por las prisas, preocupados porque gastamos más de lo que ahorramos, tal vez melancólicos por un estilo de vida que no nos llena o, enfadados porque las cosas no salen como “merecemos” y, ¿así vamos a empezar la cuenta atrás para la Navidad? Nada de distraerse, ni de preocuparse y mucho menos enfadarse, es hora de hacer un parón y preguntarse ¿hacia dónde voy con mi vida? ¿en mi día a día donde está Dios?

En nuestra familia eso de estar atentos, en vela, vigilando y preparados, nos es muy “familiar” porque Luis y yo hemos trabajado y colaborado con proyectos de salud en África y en el Caribe y, especialmente Luis, en los de “vigilancia epidemiológica” donde la clave es la acción. Su trabajo ha consistido muchas veces en “vigilar” para identificar precozmente una “amenaza contra la salud de una población y actuar” lo más rápido posible para mitigar o minimizar sus consecuencias. Luis dice que “vigilar en salud” para no hacer nada, no solo es perder el tiempo, es poner en peligro la vida de las personas… y que “vigilar en Adviento” para no hacer ningún cambio en tu vida, no solo es perder un tiempo de gracia exclusivo, es poner en peligro la vida de fe que es tan delicada como la humana. En definitiva, “vigilar, implica acción”. Por eso nosotros pensamos que en estos días, hay que estar en vela para entender los acontecimientos por los que Dios nos habla en nuestras vidas, actuar rápido frente a las amenazas y combatir eficazmente las epidemias de indiferencia, egoísmo, consumismo, … que están dejando nuestras vidas vacías y decimos esto porque los avances en el ámbito de la Salud Publica han permitido un aumento progresivo de la esperanza de vida pero, lamentablemente esto no se correlaciona “en Occidente” con el aumento progresivo de «nuestras esperanzas en la vida». El Adviento es un tiempo de esperanza, de gracia… “Vigilemos” que es lo que está pasando en nuestras vidas y actuemos para recibir al Señor que nace y renace en todos los que lo estamos esperando.

Luis, Conchi y Lucas.