6º domingo de Pascua A — 17 mayo 2020
Hechos de los Apóstoles 8,5-8.14-17 — 1 Pedro 3,15-18 — Juan 14,15-21
Punto primero. A medida que se acerca Pentecostés, los textos nos hablan del «Espíritu Santo». Pedro y Juan imponen las manos y los samaritanos reciben el Espíritu. Jesús promete la llegada del Espíritu, y añade: “Lo conocéis, porque vive con vosotros y está con vosotros”. Pero esta presencia… ¿A qué necesidades o proyectos nuestros responde? Y ¿cómo se manifiesta? No nos es difícil aceptar en el silencio de nuestra ignorancia a un “Dios-Misterio”, ya que lo creemos creador de un Universo que se nos hace cada día más grandioso y misterioso. Aceptar a Jesús de Nazaret, tan humano como nosotros, nos consuela e inspira. Pero ¿qué hace en nuestras vidas el Espíritu, que Jesús compara con el viento que “sopla donde quiera, y oyes su voz; pero no sabes de dónde viene, ni a dónde va”?
Texto de J. Ramón Echeverría Mancho, p.b.: 6º domingo de Pascua A-ECHEVERRIA