Durante décadas se han ido acumulando pruebas que implican al líder de Ruanda, Paul Kagame, en crímenes cometidos dentro y fuera del país.
Durante décadas se han ido acumulando pruebas que implican al líder de Ruanda, Paul Kagame, en crímenes cometidos dentro y fuera del país.
Sin embargo, un reciente reportaje de la revista del New York Times presenta a Paul Kagame desde un punto de vista favorable, y contrariamente, dibuja el retrato sesgado de un hombre cuyos actos heroicos durante el genocidio emocionaron a la audiencia mundial. La cobertura recuerda los primeros mitos que blanquearon las atrocidades cometidas por Kagame y que situaron a la región africana de los Grandes Lagos en un camino peligroso.
El 2 de marzo de 2021 el periodista Joshua Hammer en la revista del New York Times relata el asombroso ascenso y caída de Paul Rusesabagina, un hombre considerado un héroe por salvar la vida de más de 1.200 ruandeses durante el genocidio y que ahora se enfrenta a cargos por terrorismo en un tribunal de Kigali.
En su artículo «Fue el héroe de “Hotel Ruanda”. Ahora es acusado de terrorismo», Hammer, un corresponsal veterano extranjero que se encontraba en Ruanda en 1994, entrelaza la narración oficial del genocidio con los relatos de las posteriores actividades políticas de Rusesabagina, quien se volvió cada vez más crítico con el férreo líder ruandés, Paul Kagame.
La principal pregunta de Hammer es: «¿Cambió Ruanda o lo hizo Rusesabagina?» Hammer opina que el problema reside en Rusesabagina, que nunca fue un héroe y que, ahora, el antiguo hotelero podría incluso estar trabajando con los rebeldes de la República Democrática del Congo, empeñados en derrocar a Kagame. Incluso fuentes supuestamente cercanas a Rusesabagina, como Tom Zoellner, coautor de su biografía «An Ordinary Man», pusieron en duda que la actuación de este hubiera sido realmente desinteresado durante el genocidio, o simplemente puntilloso cumplidor de su deber. «Creo que Rusesabagina no quería causar problemas a Sabena (la empresa belga que llevaba el hotel en el que trabajaba). La idea de que hubiera manchas de sangre en el vestíbulo, bajo su vigilancia, sería la clave de lo que hizo».
Para seguir leyendo: https://umoya.org/2023/04/30/una-vision-intima-y-unilateral-de-la-ruanda-de-paul-kagame-en-un-medio-de-gran-tirada/