Bien saben los lectores que llevamos muchos años habituados a leer en los medios de comunicación informaciones con sesgo negativo cada vez que se menciona al continente africano. En Canarias, son mayoritariamente relativas a la inmigración, a la llegada de cayucos y pateras, e irremediablemente se asocian a la miseria, el conflicto y la desesperación. Pero, junto a las migratorias, las noticias sobre África nos remiten también a la guerra, al terrorismo, al hambre, a la pobreza extrema, las enfermedades o a la corrupción. La escasa cobertura sobre nuestro continente vecino hace que las informaciones que pasan el filtro en las mesas de redacción y llegan a sus hogares sean, mayoritariamente, con ese sesgo que les menciono. No ayuda la filosofía que impera en el sistema mediático: las malas noticias son noticia, las buenas no atraen tanta atención.
En esa batalla estamos inmersos en Casa África desde hace muchos años, con iniciativas para facilitar a todo el colectivo de africanistas e interesados en el continente el seguimiento de la actualidad diaria (con un resumen de prensa, en forma de boletín diario llamado Dosier África, que realizamos de lunes a viernes, que colgamos a diario en la web y que puede recibir cualquier interesado en su correo electrónico) o con iniciativas como el premio periodístico Saliou Traoré (junto a la Agencia EFE, acabamos de anunciar la apertura de la convocatoria para la VI edición). Este bagaje nos hace conscientes de que, cada vez más, diariamente pueden encontrarse noticias, entrevistas, crónicas o análisis periodísticos curiosos, interesantes y que nos muestran que en África pasan cosas apasionantes, que la convierten en un enorme espacio vibrante, innovador, con mucho futuro y esperanza. Donde no solo pasan cosas malas.