Si la humanidad cultivara de manera sostenible tan solo el 2% de los océanos se podría alimentar fácilmente a todo el mundo. Pese a que la agricultura oceánica continúa siendo una gran desconocida para el gran público, las algas marinas poseen un enorme potencial transformador para la reducción del cambio climático, la disminución de la contaminación marina y el objetivo de las Naciones Unidas de poner fin al hambre.
«Cuando se habla de los océanos, se sigue haciendo con una mentalidad de cazadores-recolectores«, dice Vincent Doumeizel, asesor principal para cuestiones relacionadas con el océano del Pacto Mundial de las Naciones Unidas y especialista en algas marinas.
«Si cultiváramos sólo el 2% del océano, podríamos aportar las proteínas suficientes para alimentar a una población de 12.000 millones de personas. Las algas marinas son extremadamente ricas en proteínas, vitaminas, zinc y hierro, y bajas en grasas y carbohidratos.»