Carlos Borromeo nació en el castillo de Arone, cerca del lago Mayor, en el seno de una de las familias más antiguas de Lombardía. Su madre era hermana de Giovanni Angelo de’ Medici, que llegó a ser papa con el nombre de Pío IV. Como joven sobrino del papa, Carlos Borromeo desempeñó un papel crucial en la finalización y aplicación de las reformas teológicas y disciplinarias de la Iglesia católica decididas en el Concilio de Trento.
Precoz, recibió la tonsura a los 12 años y el beneficio de la abadía benedictina de Arona, dejada por su tío Julio César Borromeo. Tras estudiar en Milán y Pavía, se hizo cargo de los negocios familiares al morir su padre en 1558. Un año más tarde, su tío materno fue elegido papa a la muerte del Paulo IV. Apreciando su talento, Pío IV lo nombró cardenal en 1559. Entonces solo tenía 22 años y aún no era sacerdote. No fue ordenado hasta 1560.
Al promoverlo a cardenal secretario de Estado en 1561, y luego a legado apostólico en Bolonia, Romaña y las Marcas, el anciano Papa Pío IV depositó una gran confianza en él y le dejó gran parte de los asuntos de su pontificado. Carlos hizo demostración de celo y sabiduría.
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