en |
La eliminación adecuada y el reciclaje de estos productos son procesos muy costosos. Por eso han surgido una gran gama de empresas que eluden las leyes y disfrazan los desechos tóxicos como inofensivos y los electrónicos como productos electrónicos reutilizables. Bajo estas nuevas etiquetas los exportan a África occidental y central donde terminan en vertederos que carecen de todo tipo de medidas para prevenir la contaminación.
El tráfico de estos productos entre Occidente (Europa y Estados Unidos, principalmente) y algunos de los países del Golfo de Guinea se ha convertido en algo habitual. Al menos así lo afirma Toxic waste dumping in the Global South as a form of environmental racism: Evidence from the Gulf of Guinea, un artículo de Ifesinachi Okafor-Yarwood e Ibukun Jacob Adewuni en la revista African Studies, que se centra en tres países: Nigeria, Ghana y Costa de Marfil. Ninguno de ellos cuenta con las instalaciones necesarias para la eliminación segura de los desechos tóxicos y peligrosos. Además, los exportadores etiquetan erróneamente los contenedores que los trasladan, lo que les permite eludir las leyes internacionales que prohíben el tráfico transfronterizo de estos materiales.
Para seguir leyendo: http://mundonegro.es/racismo-medioambiental-africa-basurero-de-occidente/