Fisichella pronuncia la homilía del Papa, aquejado de ciática
La ciática mantiene, de nuevo, al Papa Francisco alejado de los focos. Aunque aparecerá para el rezo del Angelus, Bergoglio no participó en la Eucaristía con motivo del Domingo de la Palabra, celebrada en una desangelada basílica de San Pedro. Casi sin fieles, por el coronavirus, y sin el Papa, aunque su palabra sí se escuchó, por boca del celebrante, Rino Fisichella, quien ofició la Eucaristía en su lugar.
Una homilía bella, radiante, con un claro amor por la palabra, y por la Palabra, cuyo texto íntegro les ofrecemos. Y con una petición final: «Queridos hermanos y hermanas, no renunciemos a la Palabra de Dios. Es la carta de amor escrita para nosotros por Aquel que nos conoce como nadie más. Leyéndola, sentimos nuevamente su voz, vislumbramos su rostro, recibimos su Espíritu».
Y es que, reza Francisco, «la Palabra nos acerca a Dios; no la tengamos lejos. Llevémosla siempre con nosotros, en el bolsillo, en el teléfono; démosle un sitio digno en nuestras casas. Pongamos el Evangelio en un lugar donde nos recordemos abrirlo cada día, si es posible al inicio y al final de la jornada, de modo que entre tantas palabras que llegan a nuestros oídos llegue al corazón algún versículo de la Palabra de Dios. Para poder hacer esto, pidamos al Señor la fuerza de apagar la televisión y abrir la Biblia; de desconectar el móvil y abrir el Evangelio».
Para seguir leyendo: https://www.religiondigital.org/el_papa_de_la_primavera/renunciemos-Palabra-Dios-escrita-conoce-palabra-evangelio-papa-francisco-misa-ciatica-vaticano_0_2307969183.html