El doctor Patrick Theiller, antiguo responsable del Departamento de Constataciones Médicas de Lourdes, relata el siguiente testimonio recogido en Lourdes.
Michel Durand nació en 1933. Casado y padre de dos hijos y hombre muy comprometido, en 2003 sufrió repentinamente una grave inflamación de la vesícula biliar lo que le provocó una perforación en el intestino y una infección en la base de los pulmones. Una pancreatitis terminó de agravar su estado. Era necesaria una intervención urgente de alto riesgo durante la cual, en un momento dado, sufrió un paro cardiaco: estaba clínicamente muerto.
En aquel entonces su sobrino más joven, dominico, se encontraba en Lourdes rezando por su tío y se bañaba en las piscinas para pedir su curación.
Sorprendentemente el equipo de reanimación consiguió poner en marcha su corazón y, a partir del día siguiente, Michel pudo levantarse empezando su estado de salud a mejorar rápidamente. Cuatro semanas después pudo regresar a su domicilio. Cuando volvió a encontrarse con su cirujano siete semanas después le recibió diciendo: “¡Aquí tenemos al hombre que se salvó por un milagro!”.
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