La segregación racial de Sudáfrica y poco más tarde la implementación del apartheid, en 1948, fueron motivo de gran preocupación en la entonces recién creada Organización de las Naciones Unidas. La Asamblea General adoptó en 1950 su primera resolución contra ese régimen discriminatorio que obligaba a vivir separados de la población blanca a los grupos raciales originarios de África y a otros grupos étnicos ahí establecidos como resultado del colonialismo. A partir de entonces y durante más de cuatro décadas se aprobaron más resoluciones, se celebraron conferencias y se emprendieron acciones con la intención de que se desmantelara ese sistema racista.