TSUNZA, Kenia – La península de Tsunza es una maravilla natural que se encuentra justo dentro de las numerosas ensenadas de la isla de Mombasa, en el límite entre los condados de Mombasa y Kwale, un espectáculo poco conocido de lagunas, islas y espesos manglares en Kinango, en la costa de Kenia al océano Indico.
Este paraíso natural es un hervidero de actividades, con pescadores deambulando por los arroyos y regresando a las costas después de una cosecha al amanecer. Pequeñas embarcaciones de vela, conocidas localmente como dhows, y lanchas a motor se deslizan de costa a costa, y turistas y lugareños viajan entre los dos condados vecinos.
Lo que mantiene unidas estas actividades son los esfuerzos de las 45 personas, 35 de ellas mujeres, del proyecto comunitario de Restauración de Manglares y Estanques de Peces de Tsunza.
Protegen, preservan, conservan y restauran el bosque de manglares de Tsunza y todo el ecosistema. Los manglares no son solo un punto crítico de biodiversidad; también son superhéroes costeros, una primera línea de defensa contra los peligros costeros inducidos por el clima.
Los manglares son uno de los hábitats con mayor densidad de carbono de la Tierra.
Todo su ecosistema de pastos marinos, marismas costeras y vegetación de arrecifes de coral también se conoce como bosque azul, ya que captura grandes cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera y las almacena en sumideros naturales, conocidos como carbono azul.