IMMA CALVO, amigos@feadulta.com
LAS ROZAS (MADRID).
ECLESALIA, 07/06/23.- Amigas y amigos: Esta semana celebramos la fiesta del Corpus Christi. En algunos lugares serán unos días llenos de pompa, boato, idolatría y ritos mágicos. A pesar de ese descamino antievangélico, no debemos rechazar el símbolo. La fracción del pan puede y debe ser el alma de nuestras comunidades. Sacramento de amor, unidad y presencia. Nuestros colaboradores nos dan infinidad de ideas para llenar de contenido y compromiso nuestras eucaristías.
Hay una propuesta para finales de julio en el Tablón de anuncios.
Evangelio y comentarios al Evangelio
Juan 6, 51-58. Este es el pan bajado del cielo, no como el que comieron vuestros padres y murieron; quien come pan de este vivirá para siempre.
Miguel Ángel Munárriz: Las creencias y los frutos. En todo amar y servir.
José Luis Sicre: El maná y el pan de vida. Esta fiesta que surgió en Bélgica en el siglo XIII pretendía fomentar la devoción a la Eucaristía y confesar públicamente la presencia real de Jesucristo en el pan y el vino.
Enrique Martínez Lozano: El símbolo del pan. Todos podemos ser “alimento” vivo y nutritivo para otras personas. Todos podemos ayudar a vivir y agradecemos ser ayudados.
Fray Marcos: La eucaristía es el signo del verdadero amor que se manifiesta en la entrega. Reducirla a la comunión o a la adoración del pan consagrado es devaluarla.
José Antonio Pagola: Pan y vino. Empobreceríamos gravemente el contenido de la eucaristía si olvidáramos que en ella hemos de encontrar los creyentes el alimento que ha de nutrir nuestra existencia.
Pepa Torres Pérez: Eucaristía y encarnación. Al comulgar el cuerpo de Cristo comulgamos también con su espíritu, con sus deseos más profundos: su deseo de una humanidad reconciliada donde ningún cuerpo sea maldito o excluido del derecho a la plenitud y la alegría.
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