LAS ROZAS (MADRID).

 

ECLESALIA, 11/01/23. Amigas y amigos: Estrenamos año en el calendario. En la liturgia, arrancando el Tiempo Ordinario. Tras una entrañable Navidad, volvemos a la rutina de los quehaceres cotidianos y es una ocasión única para recargar las pilas. 

Sinceramente creo que los contenidos de esta semana serán otro motivo más para renovar la ilusión. Leyendo, visionando o escuchando vais a encontrar muchas ideas luminosas como me ha pasado a mí al preparar la carta. Gracias a los colaboradores por tan interesantes propuestas.

Evangelio y comentarios al Evangelio

Juan 1, 29-34Mirad el Cordero de Dios, el que va a quitar el pecado del mundo.

Miguel Ángel Munárriz: Cordero de DiosNos apetece lo que en realidad no merece la pena: nos fascina lo que nos perjudica.

José Luis Sicre: El testimonio de Juan BautistaMuy grande tiene que ser ese desconocido, teniendo en cuenta que no solo recibe el Espíritu, sino que también lo transmite en un nuevo bautismo, distinto del de Juan.

Enrique Martínez Lozano: Cómo construir un MesíasCada cual es libre de construir sus propias creencias, pero no parece honesto presentarlas como recibidas directamente de Dios.

Fray Marcos: El único pecado es la opresiónJesús nos libró de ella no oprimiendo a nadie ni dejando que le oprimieran y liberando a todos.

José Antonio Pagola: Dejarnos bautizar por el espíritu de JesúsEste bautismo de Jesús no es un baño externo, parecido al que algunos han podido conocer tal vez en las aguas del Jordán. Es un «baño interior».

Marifé Ramos: ¿A quién damos testimonio? ¿de qué? Llamar a Jesús “Cordero de Dios” es una confesión de fe que las comunidades cristianas acuñaron tras la experiencia de Pascua, en un proceso lento y muy elaborado.

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