MADRID – Hoy vivimos un momento de crisis. Durante las dos últimas décadas, creímos que estábamos en el camino hacia un progreso que, aunque no fuera tan rápido como lo deseábamos, parecía imparable. En muchas partes del mundo los conflictos habían disminuido, la pobreza se estaba reduciendo, la violencia de género se estaba combatiendo y los derechos a la salud sexual y reproductiva estaban avanzando.
Sin embargo, hoy en día, todos estos avances están en peligro. Las señales de alarma que ya emergían antes de la pandemia se exacerbaron con ella. La deuda, la pobreza y las desigualdades han aumentado.
El daño medioambiental sigue asolando comunidades y amenazando la existencia de nuestro planeta. La desinformación y los discursos de odio en línea están creciendo y corroyendo nuestras sociedades.