Cambio climático y medioambiente
El organismo de la ONU encargado de los refugiados advierte del aumento de las necesidades de más de 3,4 millones de personas desplazadas ante las recientes y destructivas inundaciones en Nigeria, Chad, Níger, Burkina Faso, Malí y Camerún.
La Agencia de la ONU para los Refugiados informó este viernes que Nigeria se enfrenta a las peores inundaciones de la última década con cientos de vidas perdidas, más de 1,3 millones de desplazados y más de 2,8 millones de afectados por el impacto de los anegamientos en las tierras de cultivo y de las infraestructuras.
Las inundaciones en el noreste de Nigeria han arrasado los centros para desplazados internos y las aldeas de las comunidades de acogida en los estados de Borno, Adamawa y Yobe, obligando a la población a desplazarse a terrenos más altos.
“Esta situación está incrementando los riesgos de enfermedades, como por ejemplo el cólera, la malnutrición, pero también los riesgos de protección ya que esta zona se ve afectada no solo por las inundaciones sino también por un conflicto y la presencia de grupos armados que incrementan los riesgos que sufren estas poblaciones”, afirmó la portavoz de la Agencia, Olga Sarrado.
El organismo y sus socios están suministrando refugio y ayuda esencial a miles de familias, incluyendo 14.900 lonas y 550 kits con artículos domésticos básicos. En el estado de Taraba, las fuertes lluvias han dejado sin ayuda humanitaria a las comunidades afectadas en la ciudad de Baissa.
Por su parte, el Gobierno del Chad declaró el estado de emergencia después de que las inundaciones afectaran a más de un millón de personas. Las fuertes lluvias en el sur del país provocaron el desbordamiento de los ríos Chari y Logone, sumergiendo los campos, matando al ganado y obligando a más de 90.000 personas a abandonar sus hogares y buscar refugio en Yamena.