BILBAO (VIZCAYA).

ECLESALIA, 05/06/23.- El sínodo avanza despacio, pero millones de personas nos estamos implicando. El Mensaje es sabido, pero la Sinodalidad va de actitudes desde una de las preguntas fundamentales: ¿Cómo se logra y realiza ese caminar juntos para anunciar el Evangelio? El Espíritu nos impulsa hacia la escucha, pero debemos comportarnos de una determinada manera.

En la fase continental, las expectativas de participación han sido superadas: 112 de 114 diócesis, 17 de 23 dicasterios, iglesias orientales católicas, órdenes religiosas… Todos en camino de renovación en forma de proceso para discernir las prioridades y que las prioridades de cada grupo se valoren en la Asamblea General del Sínodo que presidirá el Papa en 2024 para renovar la Iglesia reforzando cuatro pilares fundamentales: escucha (apertura y diálogo), participación (compromiso), común unión (misión) y Eucaristía (celebración).

Pero, para avanzar, necesitamos de la conversión espiritual en nuestra manera de comportarnos, por encima de una metodología, si queremos transformarnos en Iglesia capaz de dar un testimonio creíble: inclusiva, abierta, acogedora, desde la mirada autocrítica, con nuestras luces y sombras.

La Iglesia y su misión no son nuestras, son de Dios. Somos sueño divino que busca la unidad en la diversidad colaborando con el Espíritu que ha preparado algo nuevo. Nuestra referencia es Pentecostés, no Babel. Estamos necesitados de un proceso de conversión observando la actitud de las primeras comunidades.

La responsabilidad de la vida sinodal de la Iglesia no puede delegarse. Lo importante es asumir el marco desde el que partimos cada vez que nos reunimos en clave sinodal.

Artículo completo: LA SINODALIDAD VA DE ACTITUDES