Mark Lowcock tomó la decisión de asignar esa cantidad pocos días de después de que el Gobierno congolés confirmarse la existencia de un nuevo brote de ébola en la ciudad de Mbandaka, la capital de la provincia de Équateur situada al noroeste del país. La nación africana se enfrenta a un brote de larga duración en el que han fallecido más de 2200 personas desde que se iniciase en las provincias oriental de Ituri, Kivu del Norte y Kivu del Sur en agosto de 2018.
Los fondos ayudarán a reforzar los actuales servicios de salud de la República Democrática del Congo y permitirán continuar con el apoyo a los supervivientes del Ébola junto al establecimiento de sistemas comunitarios de vigilancia, alerta y respuesta rápida. Al mismo tiempo, servirá para cubrir el suministro de alimentos, refugio, agua y apoyo sanitario, así como los servicios de salud, educación y protección.
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