

Adrian Hill, University of Oxford/October 16, 2023 12.58am SAST
Hace más de cien años que se intentan fabricar vacunas contra la malaria. Con la ayuda de la nueva y revolucionaria vacuna R21/Matrix, la enfermedad podría erradicarse en 2040.
La Organización Mundial de la Salud acaba de aprobar una nueva vacuna que, según la comunidad científica, constituirá un punto de inflexión en la lucha contra la malaria, que cada año se salda con la vida de medio millón de personas en África.
La vacuna R21/Matrix, desarrollada por la Universidad de Oxford en colaboración con el Serum Instute de la India tiene una alta eficacia, un coste de producción bajo y se puede fabricar a gran escala.
Según las investigaciones que estamos llevando a cabo, esta vacuna tiene cerca de un 75 % de eficacia en términos de reducción del número de episodios de malaria en el marco temporal de un año. La mejor vacuna hasta el momento contaba con un 50 % de eficacia en ese mismo transcurso de tiempo, y un porcentaje decreciente en los tres años siguientes.
Se trata de una mejora muy significativa, pero no es la única. La gran diferencia estriba en el hecho de que se puede fabricar a una escala que dé respuesta a la necesidad de proteger a la mayoría de los niños que requieren de la vacuna contra la enfermedad en África.
Cada año nacen cerca de 40 millones de niños en zonas azotadas por la malaria en el continente que podrían beneficiarse de la vacuna. La nuestra se administra en cuatro dosis en 14 meses, por lo que se necesitan 160 millones de las mismas. Es algo viable.
El Serum Institute de la India, nuestro socio fabricante y comercial, tiene la capacidad para producir cientos de millones de dosis de esta vacuna al año, mientras que en el caso de la vacuna anterior se podrían fabricar seis millones de dosis al año entre 2023 y 2026, según indica UNICEF en sus informes.
La tercera ventaja, sustancial, de esta vacuna, es el coste. Sabíamos perfectamente que no podíamos producir una vacuna que costara 100 dólares (95 euros). Para las agencias internacionales no sería rentable la compra y distribución de la vacuna en países de ingresos bajos. Ahora tenemos un precio que variará en función de la escala de producción; en un volumen elevado, cada dosis debería costar 5 dólares (4,75 euros).