

Salomé Zurinaga Fernández-Toribio, Centro de Ciencias Humanas y Sociales (CCHS – CSIC)/ 9 enero 2023 19:13 CET
Hace más de sesenta años se organizó la mayor operación arqueológica de todos los tiempos, el traslado de Nubia por la inundación del Nilo para construir la presa de Asuán. Pero no fue un traslado íntegro. El Templo de Debod, por ejemplo, acabó en Madrid.
Han transcurrido 62 años de un hecho que se prolongó en el tiempo durante dos décadas: la Campaña de Salvamento de Monumentos de Nubia que emprendió la UNESCO. La campaña fue el conjunto de acciones que se llevaron a cabo de manera perentoria para salvar el patrimonio en aquella desértica región situada en el valle Medio del Nilo.
50 países aportaron fondos y esfuerzo humano para evitar que se inundaran, con la construcción de la presa de Asuán, los templos más emblemáticos, desde Abu Simbel hasta Filé, de más de 3 000 años de antigüedad.
A partir de entonces, toda campaña posterior fue y es fruto de la cooperación internacional. A lo largo de los años que duró, se descubrieron e inventariaron cientos de yacimientos y se recuperaron grandes conjuntos de bienes culturales para la Humanidad. Se cubrió una secuencia de poblamiento de 50 000 años, dentro de la cual se superó, en gran parte, la vieja teoría de los vacíos ocupacionales y de la llegada constante de nuevas gentes para explicar los cambios culturales acontecidos en la zona. Se pudo, así, construir la prehistoria e historia de esa importante región africana: Nubia.
El 8 de marzo de 1960, el entonces director general de la UNESCO, Vittorino Veronese, realizó el llamamiento oficial para tales propósitos de salvaguardia. Desde entonces hasta el año 1964, en que se desalojaron las primeras aldeas -como Debod-, para iniciarse de manera progresiva la inundación, se llevaron a cabo prospecciones y excavaciones intensivas tanto en Sudán como en Egipto.