por José Ramón López | Jun 8, 2023
Durante mis más de 23 años compartiendo experiencias, encuentros, formaciones, intimidades con religiosos y religiosas y visitando distintas comunidades por toda España, me he dado cuenta y he contrastado que ninguna comunidad está exenta de conflictos.
La comunidad evangélica tiene conflictos, pero ésta no existe si no hay personas que comparten y acogen mutuamente lo que sienten (Gregorio Iriarte).
En efecto, no es nada fácil el vivir las exigencias de un auténtico grupo comunitario. Con demasiada frecuencia se usan máscaras y disfraces que ocultan la verdadera identidad y muchas veces, quizás demasiadas, los problemas se guardan debajo de una alfombra para que no vean la luz y que otros no los detecten. La vergüenza nos atenaza y la entrada de laicos en nuestras estructuras comunitarias, sobre todo en comunidades de mayores, nos ha inclinado a ocultar por vergüenza, a no mostrarnos tal cual somos/son por pudor al qué pensarán o qué dirán de nosotros.
Las tensiones y conflictos son inevitables en cualquier ámbito de la vida, personal o laboral, y también en el ámbito religioso, pero ello no debe ser óbice para impedir el crecimiento comunitario. Lo que importa es saber cómo afrontarlos, no ocultarlos, dar la cara por ellos y enfocarlos de manera adecuada.
La pregunta que se nos presenta de forma natural es: ¿Cómo podemos trabajar para construir una auténtica comunidad religiosa siendo plenamente conscientes de la presencia de tensiones y de conflictos?
Primer factor que tenemos que valorar y tener en cuenta es la toma de conciencia real, transparente, auténtica sobre nosotros mismos. ¿Quién soy yo? ¿Cómo es mi comportamiento? ¿Qué hago para hacer comunidad en positivo? ¿Cómo me considero? ¿Soy capaz de abajarme en humildad para “perder” o es que “quiero ganar siempre”, “tener la razón siempre”? ¿Minusvaloro a mis hermanos/as de comunidad? ¿Me minusvaloro a mí mismo y por eso me recluyo, no me abro? ¿Sospecho de los demás? ¿Tengo miedo a algo o a alguien? ¿Cómo hablo? ¿Cómo me dirijo a los demás? ¿Con qué formas?
Sólo desde la toma de conciencia podemos avanzar. Solo desde aquí podemos dar pasos en positivo por un bien mayor que está por encima de nosotros que es el bien comunitario.