Francisco, ‘puente’ entre chiitas y sunitas

Convertido en un puente de diálogo en cada uno de sus discursos, Francisco cosechó hoy un nuevo éxito al ver concretado un importante primer paso para el acercamiento entre chiitas y sunitas.»Gracias por esta visita. Hoy fuiste muy valiente cuando hablaste del diálogo entre musulmanes»; le dijo el Papa a Ahmed al-Tayeb, al encontrarlo de forma privada en la mezquita del Palacio Real de Bahréin, a donde llegó ayer para una visita de cuatro días centrada en el diálogo interreligioso, luego del llamado que había hecho el Gran Imán de Al-Azhar a los chiitas a «superar las diferencias» y fortalecer la unidad islámica.

«Sentémonos juntos en la misma mesa para superar las diferencias y fortalecer la cuestión islámica y la unidad de las posiciones realistas, que cumplen los propósitos del Islam y su ley, y prohibir a los musulmanes que escuchen los llamamientos a la división y la discordia; y evitar caer en las trampas que causan la inestabilidad en las naciones, el uso de la religión para lograr un fin étnico o sectario, y de interferir en los asuntos internos para debilitar la soberanía de los estados o usurpar sus tierras», planteó la máxima autoridad sunita del mundo al intervenir en el foro sobre el diálogo entre Oriente y Occidente por el que los dos líderes religiosos visitan el reino árabe.

En Bahréin, si bien la mayoría de la población es chiita, con orígenes en el mundo islámico iraní, la monarquía que gobierna el país es de la rama sunita y está acusada de perseguir y hostigar a los disidentes del resto del país.