EL CAIRO – La economía de Egipto sigue enfrentando importantes desafíos, pero en medio de ellos, el proyecto de la central nuclear de Dabaa emerge como un rayo de esperanza.
Esta ambiciosa colaboración con Rusia significa un posible punto de inflexión, ya que promete revitalizar el panorama energético del país y lograr un mejoramiento económico. A pesar de las sanciones internacionales impuestas a Rusia, el proyecto avanza sin inmutarse y promete estabilidad, progreso y la tan necesaria seguridad energética para el futuro de Egipto.
La economía de Egipto atraviesa actualmente un período de importantes desafíos.
El país está lidiando con una alta tasa de inflación, que se situó en 29,8 % en enero de 2024, mientras el crecimiento económico se redujo a 4,2% durante el año fiscal 2023 (julio de 2022 a junio de 2023), frente a a 6,6 % del año anterior.
A pesar de estos obstáculos, las autoridades egipcias han estado llevando a cabo una serie de ajustes políticos y reformas estructurales. Estas medidas, junto con la anticipada recuperación del crecimiento del producto interno bruto (PIB) real a 4,7 % en el año fiscal 2024/2025, señalan posibles mejoras a mediano plazo.
Sameh Noman, profesor de ingeniería y experto en energías renovables, explicó a IPS que el proyecto, financiado en 85 % por Rusia, marca un avance significativo en el sector energético de Egipto. Este país, añadió, atiende el coste restante y el proyecto se está ejecutando por etapas.
Noman señaló que el acuerdo estipula que al menos 20 % de los componentes secundarios de la estación serán productos egipcios, porcentaje que aumenta hasta aproximadamente 70 % una vez finalizada.