El mariscal Jalifa Haftar, respaldado por Rusia, contra las cuerdas por primera vez desde 2014
CORRESPONSAL EN JERUSALÉN /Actualizado:
Las tropas del Gobierno de Unidad Nacional libio (GNA, por sus siglas en inglés) llegaron hasta el centro de Sirte y confirmaron su superioridad militar frente al rebelde Ejército Nacional Libio (LNA, por sus siglas en inglés), que se vio obligado a retroceder.
La ciudad natal de Muamar Gadafi, situada a 370 kilómetros al este de la capital, se sumó a la lista de victorias de las tropas del gobierno libio reconocido por la comunidad internacional, que la semana pasada consiguió también recuperar el control total de Trípoli tras catorce de meses de asedio rebelde, de Tarhouna y Bani Walid, últimos bastiones opositores al oeste del país.
El pulso entre el GNA y el LNA es en realidad el pulso entre Turquía y , que en los últimos meses han extendido a suelo libio el duelo que libran en Siria. El despliegue en enero de barcos, drones y miles de milicianos islamistas sirios por parte del presidente turco,