El Consejo de Derechos Humanos adoptó este viernes una resolución que establece una comisión internacional de expertos que investigará las denuncias de abusos que se están cometiendo en Etiopía.
Las violaciones de los derechos humanos y las necesidades humanitarias siguen azotando a la región etíope de Tigray cuando ha transcurrido más de un año más desde que en noviembre de 2020 estallara el conflicto entre el gobierno de la nación africana y el antiguo partido gobernante de la zona, el Frente de Liberación del Pueblo de Tigray.
Durante una sesión especial dedicada a la grave situación de las garantías fundamentales en esa región africana, la alta comisionada adjunta de la ONU para los derechos humanos destacó que 5,2 millones de personas, o nueve de cada diez, precisan ayuda humanitaria en estos momentos en Tigray.
Nada Al-Nashif recordó que desde el pasado mes de julio sólo han podido entrar en Tigray unos pocos suministros humanitarios gestionados por la ONU y que la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios estimó en junio que al menos 400.000 personas en Tigray vivían en condiciones similares a la hambruna.
Las dificultades para acceder a la zona no permiten estimados más recientes por lo que Al-Nashif indicó la probabilidad de que la situación actual sea todavía peor que la registrada en verano.