Domingo de Pentecostés B  –  23 mayo 2021. Echeverria

Hechos de los Apóstoles 2, 1-11;  1 Corintios 12,3b-7.12-13 [Gálatas 5,16-25] ;  Juan 15,26-27; 16,12-15 [Juan 20, 19-23]

En este domingo de Pentecostés, la liturgia nos permite elegir entre dos textos del evangelio de Juan, y no sé cuál de ellos escucharéis en la misa. En el de Juan 15 (preferido en los países francófonos), Jesús promete a sus discípulos la futura llegada del Espíritu, el «Defensor», que les acompañará en su testimoniar y que, sobre la marcha, irá guiando a los discípulos “hasta la verdad plena con la que no podéis cargar por ahora”. En el segundo texto, Juan 20 (preferido en los países de habla hispana), Jesús comparte ya su Espíritu con los discípulos, los envía en misión, y pone sobre sus hombros la enorme responsabilidad de la salvación de la humanidad, «A quienes les perdonéis los pecados, les quedan perdonados; a quienes se los retengáis, les quedan retenidos”. Ya le explicó Jesús a Nicodemo (Juan 3) que el Espíritu es como el viento, que «sopla donde él quiere: escuchas su voz, pero no sabes de dónde viene ni a dónde va». 

Así que no debe sorprender el que encontremos diferencias bastante notables entre Lucas (primera lectura) y Juan (evangelio), e incluso dentro del mismo Juan, cuando se trata de hablar de la venida y la presencia del Espíritu que Jesús comparte con nosotros. Desde un punto de vista más pragmático, Pablo describe los efectos que indican la presencia (o ausencia) del Espíritu de Jesús entre sus discípulos. En la carta a los Gálatas (También hay una doble opción para la segunda lectura, y ésta es la preferida en los países francófonos), los frutos de la libertad que el Espíritu nos da son «amor, alegría, paz, tolerancia, agrado, generosidad, lealtad, sencillez y dominio de sí». En la carta a los Corintios, unidad en la diversidad es para Pablo el primer signo de la presencia del ‘Espíritu de Jesús en la comunidad: “Todos nosotros, judíos y griegos, esclavos y libres, hemos sido bautizados en un mismo Espíritu, para formar un solo Cuerpo”. 

Texto completo:  Domingo de Pentecostés B-Echeverría

Imagen: Religión Digital