La ciudad suiza de Neuchâtel ha entregado a Sudáfrica, de forma oficial, el pasado 28 de octubre, tres objetos artísticos que habían pasado más de un siglo en su museo etnográfico. Las piezas repuestas son un juego de 30 huesos de adivinación en una cesta tejida, el hueso del pie de un toro utilizado como amuleto, y un bastón de mando. Estos objetos no formaban parte de la exposición permanente del museo desde la década de 1950.

Los materiales provenían de la familia real Shilubana, perteneciente al cacicazgo de Nkuna, en la provincia de Limpopo, al noroeste de Sudáfrica. Fueron adquiridos por el misionero y etnógrafo suizo Henri‑Alexandre Junod, quien estableció una relación de amistad con el regente local, Mugevisa Mankhelu Shilubana. Gracias a esta relación se promovió la construcción de dos escuelas, una de primaria y otra de secundaria, que aún existen, además de un hospital y una iglesia misionera suiza. En 1920, Junod regresó de África, muriendo 14 años después.

La devolución de las piezas se ha producido justo antes de la visita de Estado del presidente sudafricano Cyril Ramaphosa a Suiza, conformando así un gesto simbólico en las relaciones culturales entre ambos países. La ceremonia tuvo lugar el martes en Neuchâtel, donde una delegación sudafricana firmó el acta de transferencia de propiedad. Cabe destacar que las conversaciones acerca de la cesión voluntaria comenzaron en 2016. Mxolisi Shilubane, un descendiente de la familia Shilubana que es el embajador de Sudáfrica en la República Democrática del Congo, ha agradecido a las autoridades suizas el gesto, recibiendo con satisfacción estos objetos.

Fuente: The express Tribune

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