Varios combatientes del grupo armado 3R (Retour, Réclamation et Réhabilitation) continúan entregando sus armas como parte del programa oficial de Desarme, Desmovilización y Reinserción (DDR) en la región noroeste de la República Centroafricana. El grupo rebelde comenzó su actividad en diciembre de 2015 con el objetivo de proteger a los pastores fulani de los ataques de las milicias antibalaka. Más tarde, en 2016, tomaron la localidad de Koui. En abril de este mismo año firmaron, en Chad, un acuerdo de paz con el gobierno de su país que ponía fin a sus operaciones junto con las del grupo UPC (Unión por la Paz en Centroáfrica). Posteriormente, en julio de este mismo año, se celebró una ceremonia en Bangui, la capital del país, en la que se depusieron las armas.
Desde septiembre se ha establecido en Sanguere-Lim, una subprefectura de Koui, al noroeste del país, un centro de desarme a manos del DDR. Durante el proceso de entrega de armas, en el centro de desarme suena una canción que anima a los ciudadanos a dejar las armas para poder “ir al colegio, cultivar tierras o cualquier tipo de sustento”, reflejo del ambiente alegre y esperanzador en el que se desarrolla el evento.

En el centro de desarme los excombatientes entregan sus armas y municiones, son registrados, reciben una evaluación médica y se les ofrecen rutas para la reintegración civil, como la formación profesional. Muchos de ellos, de entre 18 y 25 años, tienen la opción de unirse al ejército nacional, sin embargo, no todos los que se presentan son seleccionados. En ese caso se les ayuda a buscar otras alternativas. Además, el programa de desarme se encarga de asegurarles que no serán increpados ni juzgados, sino que a cambio de soltar las armas ellos les proporcionarán paz, seguridad y cohesión social. El programa ha sido a su vez apoyado por la misión de mantenimiento de la paz de las Naciones Unidas (MINUSCA) a través de ayudas financieras, logísticas, técnicas y de seguridad. Este evento es el último de una serie de operaciones que se pusieron en marcha en julio, que han sido complementadas a su vez por campañas de sensibilización para animar a los implicados a entregar sus armas y ofreciéndoles ayuda para buscar un futuro mejor.
Fuente: reliefweb
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