«Los países occidentales han violado y robado a África», expresó Bassolma Bazie.
El ministro comparó la situación de su país con la de Ucrania, que recibe un amplio apoyo en el conflicto. Burkina Faso, por su parte, se enfrenta a grupos armados y terroristas, mientras que Malí y Níger siguen esperando que sus socios internacionales les entreguen material militar, cuya entrega está «bloqueada de forma falsa y cínica», subrayó.
Esto ocurre siempre «bajo el mando francés, aparte de recortar las ayudas, anulando los convenios para la formación de nuestras fuerzas de defensa y seguridad», agregó Bazie a tiempo de admitir que la responsabilidad de la situación recae también en los líderes africanos que están dispuestos a «dejarse pisotear».
El ministro destacó que los tres países se vieron atrapados en una «guerra dictada por el imperialismo con el pretexto del terrorismo». Mientras estos Estados se unían a lo largo de sus fronteras comunes y ponían en común sus fuerzas para luchar contra el terrorismo, Francia «salió de la nada para imponer el Grupo de los Cinco de Sahel [Burkina Faso, Chad, Malí, Mauritania y Níger] (G5-Sahel)», declaró Bazie.
Malí, Níger y Burkina Faso formaron la Alianza de Estados del Sahel «para tomar nuestro destino en nuestras manos», explicó al comentar los recientes acontecimientos políticos en la región del Sahel.
«Decimos no a todos estos pretendidos amigos que quieren nuestro supuesto bienestar o que nos amenazan con la guerra para imponer su amistad», afirmó.