Cuidar nuestra casa común en Filipinas, un deber y no una opción

El mes de septiembre está dedicado al «Tiempo de la Creación», que se extiende del 1 de septiembre al 4 de octubre, festividad de San Francisco de Asís. Esta es una magnífica oportunidad para recordar la invitación del Papa Francisco y celebrar las maravillas de la creación.

Recordamos que, en agosto de 2015, el Papa Francisco designó el 1 de septiembre como la Jornada Mundial de Oración por el Cuidado de la Creación para toda la Iglesia Católica. Además, invitó a los fieles a participar en un tiempo anual de oración intensificada y esfuerzos tangibles para proteger nuestra «casa común».

El Papa observó que «la Jornada Mundial del Cuidado de la Creación ofrece a cada creyente y a la comunidad una preciosa oportunidad para renovar nuestra participación en esta vocación de custodios de la creación, elevando a Dios nuestra acción de gracias por las obras maravillosas que Él ha confiado a nuestro cuidado».

Filipinas

Desde esta pequeña parte del mundo, formada por más de 7.000 islas diseminadas por el Océano Pacífico occidental, donde la tierra y la naturaleza son generosas pero también hogar de tifones, terremotos, inundaciones y deslizamientos de tierra recurrentes y peligrosos, es fundamental proteger y cuidar esta hermosa tierra llamada Filipinas.

En materia de ecología, cambio climático, sostenibilidad y desarrollo equitativo, existen numerosas iniciativas positivas que contribuyen a la protección del medio ambiente y al desarrollo sostenible en Filipinas. No solo se trata de iniciativas que involucran la colaboración entre las Naciones Unidas y el gobierno, basadas en los objetivos de sostenibilidad y desarrollo para erradicar la pobreza y proteger el medio ambiente, sino también de otras iniciativas a nivel nacional y local que resultan eficaces, especialmente cuando se involucra a la población local.

Algunos proyectos a nivel nacional y local, a veces en colaboración con ONG locales, están dando excelentes resultados al sensibilizar a la población local sobre la importancia de la sostenibilidad y el desarrollo sostenible. Ejemplos de colaboración con organizaciones que involucran a la población local son: Clean Cities, Blue Ocean (CCBO), Climate Resilient Cities (CRC), Energy Secure Philippines (ESP), Inversión en Sostenibilidad y Alianzas para el Crecimiento Inclusivo y Ecosistemas Regenerativos (INSPIRE) y el Programa Forestal de Apoyo al Cambio Climático.

Según la Autoridad de Estadísticas de Filipinas, entre 2010 y 2019, los daños causados ​​por fenómenos naturales y extremos, así como por desastres, ascendieron a PHP 463 000 millones (USD 8270 millones), de los cuales la agricultura representó el 62,7 % del total, con PHP 290 000 millones. Por ello, a medida que aumentan los desafíos de la degradación ambiental, la importancia de la sostenibilidad ambiental en Filipinas se ha convertido en una preocupación cada vez más importante para el pueblo filipino.

Prioridad absoluta

Hoy en día, la sostenibilidad ambiental en Filipinas sigue siendo una prioridad absoluta. Desde organizaciones de base hasta iniciativas gubernamentales, existen numerosos esfuerzos orientados a proteger y preservar el medio ambiente filipino. Estos incluyen programas destinados a promover prácticas agrícolas sostenibles, restaurar manglares y arrecifes de coral, así como educar a la ciudadanía filipina sobre temas ambientales.

Los consumidores filipinos son cada vez más conscientes de la importancia de la sostenibilidad ambiental. Muchos filipinos son cada vez más conscientes del impacto ambiental de sus acciones y están reduciendo su producción de basura. Esto demuestra un cambio más significativo en el comportamiento del consumidor hacia la sostenibilidad y la conservación del medio ambiente.

A pesar de estos desafíos, existen iniciativas lideradas por el gobierno y esfuerzos de base destinados a promover la sostenibilidad ambiental en Filipinas, incluidos programas centrados en la agricultura sostenible, la conservación marina y la energía renovable.

En la Iglesia y a nivel local

Desde que el Papa Francisco publicó la encíclica Laudato Si, instándonos a cuidar nuestra casa común, se han llevado a cabo numerosas iniciativas sencillas y humildes en diócesis, parroquias y organizaciones religiosas. Muchas diócesis de Filipinas, como la de Digos, donde se encuentra nuestra parroquia, fomentan la plantación de árboles para conmemorar anualmente los siete objetivos de la encíclica Laudato Si del Papa Francisco: el clamor de la tierra, el clamor de los pobres, la economía ecológica, los estilos de vida sencillos, la educación ecológica, la espiritualidad ecológica y la participación comunitaria.

Por nuestra parte, los Misioneros de África en Filipinas también estamos preocupados por el llamado del Papa Francisco a cuidar nuestra casa común; nuestro compromiso con la inserción parroquial a través de la formación de los jóvenes, los niños y los líderes se ha traducido en iniciativas de entornos verdes, plantación de árboles, cuidado de los ríos y jardinería en colaboración con las autoridades locales.

Por nuestra parte, la comunidad de Cebú ha trabajado activamente para crear un entorno limpio. Nuestra cancha de baloncesto ofrece a los niños de bajos recursos del barrio de Polton la oportunidad de jugar y relajarse mediante el deporte, además de mantener a los jóvenes alejados de las drogas y las adicciones. Niños y jóvenes comprenden la necesidad de mantener el entorno limpio depositando la basura en contenedores adecuados. Todos son igualmente responsables de comprometerse con esta norma. Tras dos años, la paciencia y la perseverancia han dado buenos resultados.

Otra fuente de preocupación ha sido la comunidad del barrio de Polton, compuesta por 60 hogares que viven en un espacio reducido donde una familia de siete miembros puede compartir una habitación. Muchos de ellos alquilan el terreno y no se les permite construir nada de hormigón. Como resultado, no se satisfacen necesidades básicas como baños y duchas. Esta situación aumenta la cantidad de basura acumulada en un terreno baldío donde algunas personas satisfacen sus necesidades fisiológicas básicas. La situación empeora durante la temporada de lluvias, ya que las inundaciones y el agua contaminada atraen mosquitos y causan enfermedades de la piel en los niños. Gracias a los esfuerzos del municipio y a la interacción con los miembros de la comunidad de Polton, ahora se recogen los residuos una vez por semana, lo que reduce significativamente la cantidad de basura depositada. Este pequeño paso demuestra que la dedicación de las autoridades locales y la participación de la población pueden marcar la diferencia.

Sin embargo, ya existen iniciativas para que continúe un desarrollo justo. ¿Cómo involucrar a todos en los esfuerzos por cuidar nuestro planeta? ¿Cómo podemos satisfacer las necesidades del presente sin comprometer las de las generaciones futuras? Creo que la educación es clave. Los niños deben recibir educación sobre ecología, participar en la resolución de los desafíos relacionados con ella y aprender a amar y cuidar nuestro planeta desde pequeños. Nuestro compromiso con esto es esencial tanto para las generaciones actuales como para las futuras. Por el bien de todos, esto no es solo una opción, sino un deber que requiere compromiso y perseverancia.

Por: Sergio Villasenor, M.Afr.