Los países o potencias emergentes son aquellos que, gracias a su impulso económico, están en el camino de convertirse en países desarrollados. Se encuentran, por tanto, a medio camino entre ser países en desarrollo y los propios desarrollados: tienen un gran potencial de crecimiento económico, pero su renta per cápita es relativamente baja. Esto se explica porque suelen tener una enorme población pero un desarrollo económico insuficiente como para repartir la riqueza con equidad.
Cada organismo o institución, desde organizaciones multilaterales hasta empresas privadas, establece distintos criterios para catalogar a un país como emergente. Las características principales son la industrialización y la internacionalización, así como la inestabilidad de aspectos macroeconómicos como el nivel de ingresos, desempleo o precios. El Fondo Monetario Internacional, por ejemplo, considera emergentes a China, India, Rusia, Brasil, México, Arabia Saudí, Nigeria y Sudáfrica. Otros países señalados como tal han sido Catar, Chile, Emiratos Árabes Unidos, Filipinas, Malasia, Polonia, Perú o Tailandia.