3 de febrero de 2020
Según ha declarado Amnistía Internacional, en el año transcurrido desde que Félix Tshisekedi asumió la presidencia en unas disputadas elecciones, su gobierno no ha hecho lo suficiente para promover los derechos humanos en el país. Entre los motivos destacados por Amnistía Internacional se cita la prohibición explicita que ordenó Tshisekedi hacia la celebración de reuniones convocadas por el líder de la oposición, Martin Fayulu, candidato del partido Compromiso por la Ciudadanía y el Desarrollo (ECiDé). A día de hoy, siguen latentes las sospechas de que Fayulu fue el legítimo ganador de las elecciones de diciembre de 2018, largamente postergadas por el expresidente Joseph Kabila.
Las reuniones de ECiDé fueron prohibidas en seis ciudades, incluyendo Kinshasa, con al menos cinco personas heridas en enfrentamientos con las fuerzas de seguridad. Los incidentes se produjeron después de que 10 manifestantes murieran en Beni en noviembre, donde los civiles han exigido más acción por parte del gobierno para contrarrestar los ataques de los rebeldes en el conflictivo este del país.
El director regional de Amnistía Internacional, Deprose Muchena, ha recalcado que, «aunque el presidente Tshisekedi ha tomado algunas medidas positivas, como el indulto de los presos políticos y el regreso de los críticos exiliados, los fallos de su gobierno en materia de rendición de cuentas hacen que los señores de la guerra y los presuntos autores de violaciones y abusos atroces sigan en libertad». Recalcó que, «mientras tanto, la brutal represión de las protestas pacíficas ha seguido arrojando dudas sobre el respeto del derecho a la libertad de expresión y de reunión pacífica en la República Democrática del Congo».
Para seguir leyendo: http://www.africafundacion.org/spip.php?article36144