Fecha: miércoles, 12 junio 2024
Uagadugú (Agencia Fides) – Nacidos en África y para África, los Padres Blancos y los Misioneros de Nuestra Señora de África siguen manteniendo vivo el carisma de su fundador, el obispo de Argel Charles Lavigerie, que fundó las dos congregaciones en 1868 y 1969 respectivamente. De hecho, en octubre de 1868, Lavigerie abrió el primer noviciado de la Sociedad de los Misioneros de África con algunos clérigos del seminario diocesano de Argel que se habían ofrecido para ejercer el «apostolado entre los musulmanes», mientras que en 1969 fundó las llamadas Hermanas Blancas, para ser «mujeres apóstoles entre las mujeres».
El padre Augustine Rotshak Gonsum, sacerdote de los Misioneros de África (padres blancos) en misión en Burkina Faso, en la Provincia de África Occidental Francófona (P.A.O.) comenta a la Agencia Fides el contexto actual en los países que componen la Provincia P.A.O.
«La P.A.O. está compuesta por un total de seis países: Malí, Burkina Faso, Níger, Mauritania, Costa de Marfil y Togo – explica -. Tenemos comunidades en todos los países. La mayoría de las comunidades están en zonas rurales. Nuestro provincial es el Padre Didier Sawadogo».
«El contexto actual es muy preocupante debido a razones económicas, sociales, políticas, tradicionales y religiosas que provocan conflictos y guerras en algunos lugares, ralentizaciones y recesiones económicas, consecuencias climáticas muy graves, etc. Por poner un ejemplo -explica el sacerdote de origen nigeriano-, Burkina Faso vive actualmente una grave crisis humanitaria, política y social y un clima de inseguridad total. El país ha sido golpeado por ataques terroristas que han causado más de diez mil muertos desde 2016, más de dos millones de desplazados internos y millones de personas que necesitan ayuda humanitaria (véase Agencia Fides 14/5/2024)».
«El desempleo, la pobreza, los conflictos comunitarios no resueltos, las desigualdades e injusticias sociales, las violaciones de los derechos humanos, las venganzas… son algunas de las causas de esta situación», añade el P. Gonsum, que también es Coordinador de la Comisión de Justicia y Paz, Integridad de la Creación (JPIC) y Encuentro y Diálogo de la provincia para los Misioneros de África.
«El objetivo de las dos Comisiones -explica el misionero- es promover el encuentro y el diálogo entre personas pertenecientes a diferentes religiones, confesiones, nacionalidades y etnias; comprometerse con y por los pobres, los marginados, los excluidos, los explotados; implicarse activamente en el desarrollo humano integral; trabajar por la justicia social, la paz y la reconciliación; vivir proféticamente el apostolado de la justicia escuchando «tanto el clamor de la tierra como el clamor de los pobres» (LS 49) y colaborando con las personas de buena voluntad para cuidar la «Casa Común»».
«Organizamos actividades de sensibilización en institutos y universidades con el fin de cultivar el espíritu de aceptación mutua y promover la convivencia; actividades sociocomunitarias, conferencias entre jóvenes o ancianos de distintas religiones, etc.; acciones de solidaridad en favor de desplazados internos, emigrantes, mujeres acusadas de brujería, etc». «En nuestro apostolado -prosigue el P. Agustín- prestamos gran atención a las actividades encaminadas a proteger el medio ambiente, así como a los casos de injusticia, y organizamos periodos de ayuno durante la Cuaresma y el mes de Ramadán para consolidar la fraternidad entre musulmanes y cristianos».
Los Misioneros de África también se llaman Padres Blancos por la larga túnica blanca (gandura) que se convirtió en su vestimenta oficial, con el manto blanco (burnus), elemento típico del atuendo masculino en el norte de África. Actualmente hay 1.093 Padres y Hermanos de 29 países diferentes, 472 estudiantes en formación de 24 nacionalidades distintas. Proceden de iglesias de 4 continentes y trabajan como misioneros en más de 20 países de África y Oriente Medio (Israel y Líbano).
(AP) (Agencia Fides 12/6/2024)