¡Ayúdanos aquí !
18 diciembre, 2025
IOR : mayor transparencia
22 diciembre, 2025
Mostrar todo

4º domingo de adviento: Dios que se puede tocar

Lecturas del 4º domingo de Adviento

Mirad: la virgen concebirá y dará a luz un hijo y le pondrán por nombre Enmanuel

Estamos ya en el último domingo de espera antes de Navidad.

Ya en el Antiguo Testamento pedían y esperaban un signo de Dios, y el Evangelio hoy habla de cómo va a llegar ese signo, el Enmanuel, ese Dios con nosotros hecho carne en Jesús, Dios que se puede tocar y sentir literalmente.

En muchos momentos de nuestra vida hemos pedido a Dios algún signo para tener «certezas» de su presencia y, como ocurrirá en Belén, nos ha ido dando «signos» y poniendo muchas personas en el camino para mostrarnos su amor por nosotros y por los más pequeños y desfavorecidos, y nos ha ido “invitando” a compartirlo con otras personas.

La espera confiada de María nos recuerda cuando (nosotros, como pareja) aún no nos conocíamos y esperábamos encontrar a esa persona con quien iniciar un camino juntos. Seguramente nuestra espera no fue tan “confiada”, pero sabemos que Dios estaba ahí, animándonos a formar nuestra familia y a ser fecundos desde lo pequeño y lo sencillo, como María y José.

Esa fecundidad la vivimos trasmitiendo amor a los demás, acogiendo a dos familias ucranianas unos meses, acompañando a una mujer mayor en una residencia , cuidando y queriendo a nuestros sobrinos, nuestras familias, en el grupo de matrimonios o con un podcast para aprender a gestionar emociones… Incluso hace años, Raquel pudo conocer y vivir más de cerca la realidad de África (en Guinea Ecuatorial y Camerún), aportando su granito de arena desde el servicio en lo sanitario.

En el Evangelio, José no entiende bien qué ha pasado con María, pero el ángel de Dios le invita a confiar y le muestra lo oculto a sus ojos y a su entendimiento: ese niño será el regalo más grande que pudiera imaginar, el Hijo de Dios.

La llamada del ángel es como la llegada de Raquel a mi vida. Llena de amor y comprensión a iluminarme con su conocimiento de la Palabra y a contarme con entusiasmo su amor a Dios. Uno de los primeros regalos que le hice fue para «compartirlo con sus dos amores: Dios y yo» y la llevé al musical «33», que cuenta cómo fue el ministerio de Jesús en la Tierra.

En nuestra familia también contamos con un «angelito» en el cielo (nuestra sobrina Noelia) que nos mostró el amor inmenso y profundo de Dios incluso en medio del dolor y la muerte, y años después recibimos un gran regalo en forma de otro sobrino, cuando ya casi no había esperanza de que algo así ocurriera…

Dios, como a José, nos muestra que podemos confiar en Él y que hasta lo que no entendemos y parece imposible puede llegar a hacerse realidad: su amor incondicional en el Dios con nosotros. ¿Existe mejor regalo que éste?

Ojalá que seamos capaces, como José, de acoger a María en nuestra vida, que es acoger también al “Dios con nosotros” que la habita y transmitir esperanza y amor en medio de nuestro mundo.

Alex y Raquel


Notice: Trying to access array offset on value of type null in /home/misioner/public_html/padresblancos/themes/betheme/includes/content-single.php on line 286
PadresBlancos