31º domingo B  –  31 octubre 2021. J.R. Echeverría

Deuteronomio 6,2-6   —   Hebreos 7,23-28   —   Marcos 12,28b-34

¿El «primero» de los mandamientos? ¿El mandamiento «principal»? Una vez más debemos dar gracias al Señor por poder contar con cuatro evangelios, cuyas diferentes interpretaciones enriquecen nuestra fe, es decir, nuestra adhesión a Jesús. Según Mateo, fue un fariseo quien, «con mala idea», preguntó a Jesús: «Maestro, ¿Cuál es el mandamiento principal de la Ley?» Los fariseos estaban muy apegados a las leyes de la Torá, a todas las leyes de la Torá. Precisamente un representante de la tradición farisea que sobrevivió a la caída de Jerusalén en el año 70, el rabino Simlai, que vivió en Palestina en el siglo III, afirma que la Torá contiene 613 mandamientos. Por su parte, Mateo, que contribuyó con su evangelio a que los cristianos, todos de origen judío, se liberasen del apego a esas leyes (apego dañino según Pablo, porque nos impide adherir realmente a Jesús), cita las palabras de Jesús según las cuales el mandamiento que manda amar al prójimo como a uno mismo es similar al que manda amar a Dios con todo su ser, y «De estos dos mandamientos penden la Ley entera y los Profetas». Así que no es casualidad el que en su evangelio Mateo relate la parábola del Juicio Final con las palabras del Rey: «Cada vez que lo hicisteis con un hermano mío de esos más humildes, lo hicisteis conmigo.»

Artículo completo: 31º domingo B-Echeverría

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